miércoles, 30 de septiembre de 2009

I've seen the future, brother: it is murder

UNA CONTUNDENTE versión de The Future, de Leonard Cohen, en el concierto en que se le rindió homenaje en Montreal, en julio de 2008.

martes, 29 de septiembre de 2009

Otra forma de ver los vídeos

ACABO de descubrir un nuevo procedimiento para mostrar vídeos de YouTube. Pongo los que aparecen en el post anterior, dedicados al concierto de Leonard Cohen en Madrid, el pasado día 12 de septiembre.

lunes, 14 de septiembre de 2009

"No sé cuándo volverá a ocurrir esto. Por eso os vamos a dar todo lo que tenemos".

"NO SÉ CUÁNDO volverá a ocurrir esto. Por eso os vamos a dar todo lo que tenemos". Fue uno de los momentos más conmovedores –y hubo muchos– del que, sin duda, será el último concierto de Leonard Cohen –cumplirá 75 años el próximo día 21– en Madrid. Inolvidable, bellísimo, reventador de corazones por su sensibilidad, por la genuina emoción que transmitió a una audiencia entregada (10.000 personas que aplaudimos como yo no había visto nunca, pese a haber asistido en los últimos años a cuatro actuaciones del músico y poeta de Montreal).

Grabé buena parte del concierto, y subiré numerosos vídeos a Youtube, lo cual me llevará algún tiempo. Iré añadiendo, en este mismo post, los correspondientes enlaces. El primero, corresponde a una canción que Leonard no ha interpretado con mucha frecuencia últimamente, Lover, lover, lover, a la que los maravillosos arreglos de Javier Mas, el guitarrista catalán-aragonés, dotan de una fuerza extraordinaria. Creo, sinceramente, que disfrutaréis oyéndola. (Para ver la letra, pulsad aquí).




Segunda canción: Anthem. Pongo sólo un trocito de su letra:

Ring the bells that still can ring
Forget your perfect offering
There is a crack in everything
That's how the light gets in.





Chelsea Hotel. "Me dijo que sólo le gustaban los hombres guapos, pero que conmigo haría una excepción". Ella era, claro, Janis Joplin.



Suzanne, que está medio loca y quiere llevarte con ella a través del río.



The Gypsy's Wife. "¿Dónde, dónde estará mi gitana esta noche?".



Dance Me To The End Of Love, con la que empezó el baile maravilloso de tres horas. "Dance me to your beauty with a burning violin / Dance me through the panic till I'm gathered safely in / Touch me with your naked hand, touch me with your glove".




First We Take Manhattan.
Un letra llena de simbolismos, muchos de los cuales se me escapan. "Primero tomaremos Manhattan y, luego, conquistaremos Berlín. Gracias por las cosas que me enviaste: el mono y el violín".



Hallelujah. Recuerdo nuestros cuerpos vibrando / vibrábamos juntos como el Espíritu Santo / y cada vez que respirábamos era Aleluya.




Ain 't No Cure For Love. No, "no se ha encontrado droga suficientemente pura para curarlo".



I 'm Your Man. Algunos han comparado esta súplica con el Ne me quitte pas de Brel.



Everybody Knows. "Todo el mundo lo sabe, todos saben que los dados están cargados, todos saben que la guerra la perdieron los buenos, que el viejo negro Joe sigue recoletando el algodón para tus lazos, que –quita una o dos noches– me has sido fiel"... Everybody Knows.



Take This Waltz. La poesía de Lorca se une a la música de Cohen en esta maravilla.




Boogie Street. "So come, my friends, be not afraid / we are so lightly here / it is in love that we are made / in love we disappear".




Famous Blue Raincoat. Una de las más melancólicas canciones de nuestro hombre.






If It Be Your Will. " If it be your will / That I speak no more / And my voice be still / As it was before / I will speak no more".




Closing Time. Eso dice él, pero, pese a sus 75 años, no parece serle de aplicación.



I Tried To Leave You... pero "aquí sigue habiendo un hombre que trabaja por tu sonrisa".




Whither Thou Goest. "Adonde vayas me iré, en donde vivieres viviré".

domingo, 6 de septiembre de 2009

El quinteto de la muerte

SIN QUE SEPA muy bien el motivo, me viene ahora a la cabeza El quinteto de la muerte (The Ladykillers), aquella maravillosa película de mi infancia en la que un inconmensurable Alec Guinness dirigía una banda de ladrones que fingían ser músicos y no cayeron en la cuenta de que no todas las viejecitas, especialmente si son británicas, son tan inocentes como parece.


La música que tocaban era, claro, el celebérrimo minueto del Quinteto de Cuerda op. 11 de Boccherini. Nunca cansa oírlo.